Hay pocas dudas hoy en día de que la abundancia de peces en el mar ha disminuido, muy probablemente debido a la sobrepesca; igualmente la talla media de los ejemplares capturados es mucho menor que hace unas décadas. Numerosos estudios científicos aportan evidencias sobre los cambios, posiblemente definitivos, que esta tendencia está provocando en los ecosistemas marinos.
Usando un enfoque muy original y a la vez convincente, la investigadora Loren McClenachan, de la Scripps Institution of Oceanography de La Jolla (California, USA) ha publicado un estudio en la revista Conservation Biology en el que examina fotografías históricas de concursos de pesca deportiva entre 1956 y 2007 para demostrar los cambios en las poblaciones de peces de Florida a largo plazo.
Analizando imágenes cedidas por la Biblioteca Pública del Condado de Monroe que inmortalizaron un total de 865 trofeos deportivos, detectó cambios en el tamaño de los peces y en la composición de especies de los mismos. El tamaño medio de los peces ganadores de los concursos disminuyó desde una talla de 91,7 cm a 42,4 cm, que transformadas en peso dan una reducción de 19,9 kg a 2,3 kg.
Además, se dio un cambio espectacular en el tipo de especies: en los primeros 10 años del estudio las capturas estaban dominadas por grandes meros y otros peces depredadores como tiburones, mientras que en 2007 aparecían pargos y tiburones 50% más pequeños. Este cambio de grandes predadores a especies situadas más abajo en la cadena trófica indica que se han dado profundas transformaciones en el ecosistema.
Una imagen vale más que mil palabras
En las fotografías de los años 50 se puede ver que los trofeos son del tamaño de una persona:
Entre los años 60 y 70 los trofeos todavía son grandes pero ya son más pequeños que las personas:
Seguimos: en esta foto que representa las capturas de los años 70-80 el tamaño de los peces ha disminuido claramente y ya no se ven a los enormes meros sino otro tipo de especies:
Una década más tarde, los peces parecen haber encogido:
Y en 2007 este es el desolador aspecto de las capturas de la pesca deportiva en Florida:
Una de las conclusiones interesantes de este estudio es que rebate la visión comúnmente aceptada de que los arrecifes coralinos, como el que existe en las costas de Florida, no pueden albergar peces de talla grande porque son ecosistemas básicamente pobres. Este estudio parece indicar que si el arrecife no está alterado sí es capaz de sostener comunidades de grandes predadores.
Por otro lado, los resultados contradicen también uno de los mantras del conservacionismo actual según el cual el deterioro del medio natural conllevaría una reducción de ingresos procedentes del turismo. En el caso del turismo basado en la pesca de Florida, el precio de cada excursión de pesca no varió a lo largo de los años: los pescadores de 2007 pagaban lo mismo que los de los años 50 (ajustando la inflación) a pesar de que el peso de sus capturas era un 88% menor. Es decir, que la demanda no disminuye aunque los peces sean más pequeños y más difíciles de capturar.