El Parlamento Europeo respaldó el pasado 6 de febrero en una memorable votación la reforma de la Política Pesquera Común, que incluye medidas para proteger especies amenazadas y para acabar con los descartes. El descarte es la parte de la captura que no se aprovecha porque no es una especie comercial o porque no se puede comercializar debido a su pequeña talla. En algunos casos puede llegar a ser hasta el 40% de la captura y normalmente se devuelve al mar, con muy pocas posibilidades de sobrevivir.
El paquete de reformas fue presentado en el Parlamento de Estrasburgo por la eurodiputada Ulrike Rodust, del Partido alemán socialdemócrata. Una vez que el Parlamento Europeo ha definido las líneas rojas que no traspasará a la hora de negociar con los Veintisiete, llega el momento de iniciar las discusiones con los estados miembros, y se espera que estos cambios se materialicen en leyes para el próximo año. El Parlamento aprobó este paquete de medidas por 502 votos contra 137.
Según sus palabras, “esta reforma terminará con la costumbre de las negociaciones de diciembre de los ministros de Pesca hasta las 4 de la mañana, desoyendo el consejo científico y estableciendo cuotas pesqueras demasiado elevadas. Para 2015” adelanta “se aplicará el principio del Rendimiento Máximo Sostenible que significa que cada año no se podrá pescar más de lo que un stock pesquero pueda producir. Nuestro objetivo es que para 2020 todos los stocks sobreexplotados se recuperen. No sólo se beneficiará la Naturaleza con esta medida, también los pescadores: los stocks más grandes producirán mayores rendimientos”.
Desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, en 2009, ésta es la primera vez que el Parlamento Europeo tiene poder como colegislador en la política pesquera común, compartiéndolo con el Consejo Europeo (es decir, los Jefes de Estado o de Gobierno de los distintos Estados Miembro). Todavía hay algo de disputa sobre cuánta influencia puede tener el Parlamento en las cuotas pesqueras.
Con el nuevo sistema, se pasaría del actual regateo de cuotas a la pesca basada en el Rendimiento Máximo Sostenible. Su aplicación depende de poder recoger más datos sobre el ritmo al que se reproducen las diferentes especies. Por otro lado, según señaló la Europarlamentaria Rodust, habría que ayudar a los pescadores en la fase de transición, en la que la capacidad pesquera se encogería para permitir que los stocks se recuperen. Esto significa que la medida expulsará a algunos fuera de la industria pesquera, ya que hay demasiados pescadores para tan poco pescado., admitió Rodust al mismo tiempo que pedía a los Estados Miembros que esta reducción de pescadores se realizara de una manera socialmente responsable.
Rendimiento Máximo Sostenible
El concepto de Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) ya se está usando en ámbitos científicos para la gestión de las pesquerías. La diferencia está en considerarlo un objetivo (como se hace hasta ahora) o un límite. Imaginemos un arquero que dispara flechas a una diana; no hace falta que dé en el centro, simplemente que acierte en la diana. Si se desvía un poco a la derecha o a la izquierda, da igual. Ahora imaginemos que ponemos al hijo del arquero a la izquierda de la diana; el arquero intentará tirar más hacia la derecha, y aceptará el riesgo de fallar un poco “de más” a la derecha, porque las consecuencias de lo contrario serían catastróficas.
El RMS es lo mismo: si pescas un stock a un nivel de mortalidad un poco más bajo que lo que permitiría mantener ese stock en el Máximo Rendimiento Sostenible, tendrás mucho más pescado en el futuro, pesca más estable, y beneficios (rendimiento) mucho más elevado.
La prohibición de los descartes y la gestión por RMS respaldan anteriores propuestas de la Comisión Europea. La Comisaría de Pesquerías y Asuntos Marítimos Maria Damanaki, ha afirmado que “el Parlamento Europeo ha mostrado su apoyo ampliamente mayoritario a esta ambiciosa reforma de la PPC, respaldando el planteamiento presentado por la Comisión. Me felicito por esta votación y me complace especialmente el apoyo que presta el Parlamento a una política basada en la explotación sostenible de los recursos pesqueros (según el principio del rendimiento máximo sostenible desde 2015), una política que establece la prohibición de los descartes fijando unas fechas precisas para poner fin a unas prácticas derrochadoras que no podemos seguir permitiéndonos. Deseo felicitar al Parlamento por este éxito y espero con impaciencia que tanto este como el Consejo se pongan manos a la obra cuanto antes para lograr la adopción de la reforma de la PPC”.
Representantes de la industria pesquera han calificado estas medidas de “radicales y difíciles de implementar”, ya que los barcos no tienen la capacidad de almacenar todo lo que capturan hasta poder desembarcarlo en los puertos.