El medio marino está siendo sometido a presiones cada vez mayores provocadas por las actividades humanas. A ello hay que añadir que sólo se dispone de información con una resolución similar a los estudios en tierra para entre el 5 y 10% del fondo marino. Ibon Galparsoro, investigador del área de Dinámica Marina y Oceanografía Operacional de AZTI-Tecnalia, nos cuenta el porqué de la importancia de conocer los fondos marinos y qué está haciendo este centro tecnológico para mejorar dicho conocimiento.
Ibon, desde el área de Dinámica Marina y Oceanografía Operacional de AZTI-Tecnalia, lleváis años investigando los fondos marinos. ¿Cuál es la importancia de conocer qué esconde el lecho marino?
El medio marino está siendo sometido a presiones cada vez mayores provocadas por las actividades humanas. La pesca, la extracción de áridos, la contaminación y otras actividades humanas pueden causar graves daños en los ecosistemas del fondo marino y pueden derivar en la reducción de la biodiversidad bentónica. A escala global, se estima que no existen zonas oceánicas exentas de estar afectadas por la influencia humana, y que una gran parte (41%) está muy afectada por múltiples impactos antropogénicos.
Pero a su vez, el conocimiento del tamaño, alcance geográfico y funcionamiento ecológico de los hábitats bentónicos sigue siendo muy escaso debido principalmente, a las limitaciones de los métodos convencionales empleados para el estudio de los fondos marinos. Por esta razón, se estima que sólo para entre el 5 y 10% del fondo marino se dispone de información con una resolución similar a los estudios en tierra.
En consecuencia, resulta muy difícil la gestión eficaz de los recursos, la protección de áreas de importancia ecológica y el establecimiento de legislaciones para la protección de los océanos. Con el objeto de alcanzar dichos requisitos de gestión, existe la urgente necesidad de desarrollar métodos robustos para el mapeo de los ecosistemas marinos que permitan establecer su ubicación geográfica, extensión y condición.
Este es un primer paso esencial hacia la implementación de estrategias efectivas de gestión de los sistemas oceánicos, y que los científicos se esfuerzan continuamente en mejorar.
¿Cuáles son las principales dificultades a las que habéis tenido que hacer frente?
Existen dificultades de muestreo en el medio ambiente sublitoral, debido a las limitaciones a las que están sujetas los métodos de muestreo convencionales, tales como las técnicas de muestreo in situ (por ejemplo, dragas, video, fotos y redes de arrastre).
Estas limitaciones ponen en peligro nuestra capacidad para desentrañar y entender la complejidad del ecosistema marino. Los métodos convencionales proporcionan información detallada sobre una reducida superficie del fondo marino. Pero, a menudo, es muy difícil obtener una precisa representación de la configuración espacial de las características biofísicas del fondo marino en un área mayor; a menos que se disponga de grandes campañas de muestreo con altas densidades de estaciones de muestreo o con poco espacio entre transectos, que hacen que sean prohibitivamente caros.
¿Y cómo habéis superado dichas dificultades? ¿Qué tecnologías habéis utilizado para ello?
El desarrollo de técnicas de teledetección aéreas y de satélite de las últimas décadas, ha aumentado la accesibilidad y asequibilidad de los datos detectados de forma remota. Pero la aplicación de estas técnicas en los sistemas marinos bentónicos se limita a las aguas superficiales costeras, debido a la limitada penetración de la luz a través del agua de mar, dejando la mayor parte del medio ambiente marino más allá del alcance de estos métodos.
Sólo recientemente, a través de desarrollos en las tecnologías de muestreo acústicas, los científicos marinos han sido capaces de empezar a igualar la calidad y la resolución, de los esfuerzos de mapeo terrestre en el ámbito marino. Los avances en las técnicas de muestreo acústicas, como los sistemas de un solo haz (monohaz), sistemas de sonar barrido lateral, y más recientemente, ecosondas de haces múltiples (o multihaz), proporcionan herramientas de mapeado a gran escala. El empleo de estas técnicas, permite producir imágenes del fondo marino análogas a las imágenes aéreas en medio terrestre. La combinación de este enfoque con el muestreo in situ para caracterizar las características geológicas y biológicas del fondo marino, permite producir mapas temáticos de fondo marino para aplicaciones de investigación y gestión. Durante la última década, hemos sido testigos de la gran expansión de la cartografía de alta resolución del fondo marino ya que estas herramientas sean más ampliamente disponibles y asequibles, además de mejoras igualmente grandes en la potencia de cálculo y los Sistemas de Información Geográfica (SIG).
Pero el proceso de producción de mapas de hábitats del fondo marino requiere la integración de las disciplinas de las ciencias marinas tales como la biología, ecología, geología, hidrografía, oceanografía y geofísica, y consiste en la combinación de conjuntos de datos dispares de estas disciplinas para producir representaciones espaciales del fondo marino en relación con la distribución de las comunidades bentónicas o la diversidad biológica.
¿Cuál ha sido el trabajo realizado por AZTI-Tecnalia y con qué fin?
Desde 2005 y en el transcurso de cuatro años, AZTI realizó la caracterización de fondos marinos y el mapeado de hábitats bentónicos desde la zona supramereal hasta los 100 metros de profundidad, en el ámbito del convenio firmado con la Dirección de Biodiversidad de Gobierno vasco. Desde entonces, dicha información se viene empleando en varios proyectos enfocados a la gestión de recursos marinos, la gestión ecosistémica, la planificación espacial marina, la valorización de bienes y servicios ecosistémicos y la selección de ubicaciones para la instalación de captadores de energía del oleaje. Además, también es una fuente de información indispensable para el cumplimiento de varias directivas europeas tales como la Directiva Hábitats o la Estrategia Marina Europea.
En la actualidad, seguimos trabajando en el desarrollo de la caracterización de fondos y hábitats bentónicos a través, de un convenio de colaboración firmado con la Secretaría General del Mar para la ampliación de la cartografía hasta los 200 m de profundidad, la harmonización de mapas de hábitats a escala internacional en un proyecto Interreg (MESH A) o la intercalibración de varios modelos de sondas multihaces a través de una colaboración con el Ministerio de Economía del Gobierno Belga en el B/O Belgica.